De tiendas por Ferrol: Segunda parte

Segunda entrega de mi paseo fotográfico “De tiendas por Ferrol”, en el que te invito a reflexionar acerca de esos pequeños detalles que tanta importancia tienen para la imagen de marca del pequeño comercio. 

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De tiendas por Ferrol se pueden encontrar los típicos ejemplos de pequeños errores que pueblan las fachadas y escaparates de los comercios de barrio, y que desmejoran significativamente la imagen de marca que transmite una empresa.

Uno de los aspectos críticos en los que es fácil encontrar errores significativos son el rótulo y los escaparates, dos puntos fundamentales a cuidar especialmente, por el gran impacto visual que tienen en el cliente.

El rótulo, la fachada y el escaparatismo son aspectos de gran influencia para convertir al viandante que pasea por nuestra calle, en un cliente potencial que se decida a entrar en el establecimiento comercial.

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El rótulo lo dice todo de ti

Como apuntaba, una gran asignatura pendiente en el pequeño comercio es el rótulo.

El rótulo es el cartel de bienvenida que preside la entrada a tu local: tiene una acción fundamental en la primera impresión que el cliente se lleva del comercio, y es fundamental para dar visibilidad al establecimiento.

Hay muchas opciones diferentes a la hora de elegir el material idóneo para el rótulo de un establecimiento, y también condicionantes que acotan las posibilidades de elección, como el espacio disponible en la fachada para su colocación, los fenómenos atmosféricos a los que se vea expuesto, el presupuesto disponible, etc.

En el artículo “La importancia del rótulo para tu comercio” puedes recordar los principios básicos que has de analizar para plantear el mejor rótulo para tu comercio.

Podríamos estar hablando horas sobre rótulos: de todos los tipos en los que pueden diseñarse: corpóreos, letreros, banderolas,… y todos los materiales de los que pueden fabricarse; pero en el artículo de hoy me centro en una alternativa que, por lo económica, es muy utilizada por el pequeño comercio para rotular sus fachadas: el vinilo.

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Vinilo: una historia de amor/odio

Soy una fan declarada tanto del vinilo de corte como de impresión,  porque se pueden conseguir resultados espectaculares con presupuestos asumibles.

Digo espectaculares y no miento. Y si no, echa un vistazo a esta galería de trabajos en Vinilo y asómbrate con resultados como estos.

Me encanta el vinilo porque es adaptable a multitud de superficies, hay un amplio catálogo de colores y acabados para adaptarse a todo tipo de identidades corporativas, y bien planteados aportan soluciones elegantes, fácilmente limpiables, y con un componente estético muy atractivo.

Peeeeeeero hay que tener en cuenta las desventajas de este material, sobre todo cuando se encuentra ubicado en emplazamientos determinados: al alcance de manos ajenas, a la intemperie, etc.

El vinilo ofrece un resultado vistoso a un precio asequible, pero hay diferentes gamas de producto con garantías de calidad diferentes. Cuando rotulas un escaparate estás sometiendo al material a que, por ejemplo, le de el sol directamente un determinado número de horas. Si por el motivo que sea, la rotulación va por fuera, el material está sometido a las inclemencias meteorológicas. Los materiales se estropean con el paso del tiempo, y si están sometidos a condiciones desfavorables, más todavía.

Bajo mi punto de vista, el vinilo corriente que se usa de manera habitual para rotulaciones, tanto de escaparates, como de fachadas, vehículos, etc, es un material con un período de vida útil relativamente corto. Lo que quiero decir con esto es que una rotulación con vinilo puede quedar espectacular a bajo precio, pero que debes ser consciente de que no es para toda la vida.

Generalmente es una solución que requerirá ser cambiada con cierta periodicidad, que dependerá del elemento a rotular, y la calidad del material utilizado.

Uno de los fallos que más deslucen un rótulo comercial recién estrenado, es reutilizar soportes de rótulos anteriores sin haberlos adecuado como corresponde. Es habitual utilizar la estructura de un rótulo antiguo para colocar sobre él el nuevo.

Pero es importante tener en cuenta que el vinilo es una fina lámina plástica que se adhiere a la superficie, por lo que todos los relieves e imperfecciones se apreciarán una vez rotulado. Si vas a aprovechar un rótulo antiguo, asegúrate de que el vinilo antiguo esté bien despegado, y de ser necesario, lijar la superficie en busca de la mayor uniformidad posible.

También es importante tener en cuenta juntas, tornillos, y otros elementos que van a notarse si rotulas por encima, y para los qe tendrás que buscar otra solución.

Porque como puedes ver en la imagen anterior, si rotulas por encima de una rotulación antigua, esto es lo que vas a obtener…

Como te comentaba antes, el vinilo es un material resistente, pero a la vez delicado en muchos aspectos. Es importante tener cuidado al limpiarlo y estar atentos a posibles esquinas que se despegan o partes que comienzan a estropearse.

Es habitual, y un fastidio, que con el paso del tiempo alguna de las letras o motivos de tu rotulación comiencen a despegarse y estropearse. Entiendo que a nadie le gusta cambiar una rotulación entera por culpa de una letra que se estropea, pero generalemente suele ser la mejor opción.

Si vas a cambiar sólo una letra, es difícil que el tamaño coincida exactamente con el resto de las que componen el rótulo, y el resultado final puede ser un total despropósito. Lo ideal es reemplazar toda la zona a la que afecte el problema: si es una letra, la palabra o la frase entera en la que está incluida.

 

Otro de los principales problemas del vinilo son las antiestéticas burbujas que salen entre el vinilo y la superficie sobre la que está pegado, si la colocación no ha sido correcta.

Lo peor es que no sólo son antiestéticas, sino que en muchos casos, pegadas en un escaparate, producen reflejos que entorpecen la lectura.

Colocar vinilo es una tarea que, como todo, tiene su ciencia. Contrata profesionales competentes, o en el caso de que la rotulación sea algo que vas a colocar tú, te recomiendo que te informes primero de las principales técnicas de pegado, para tener claros los pasos a seguir.

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Pon cuidado especial al escaparate

Al hilo de todo lo que estamos hablando con el vinilo y sus desventajas, nos encontramos con que estos pequeños defectos o imperfecciones también afectan al material gráfico promocional que se muestra en el escaparate.

Todo esto lo hemos comentado ya en la entrada anterior “De tiendas por Ferrol: errores comunes en el pequeño comercio. Primera Parte“ y en muchos otros artículos del blog.

Es importantísimo poner cuidado en esos pequeños detalles que habitualmente desatendemos. Cuidar la imagen de los avisos y ofertas eventuales forma parte de la tarea de mantener nuestra imagen corporativa a un nivel profesional y comprometido. Sólo así podrás beneficiarte de las ventajas de una imagen de marca potente y cuidada. 

Para ello se hace indispensable la presencia con la que dotamos a estos elementos. No cometer faltas de ortografía, escribir con una caligrafía cuidada, retirar los carteles en mal estado y tener cuidado con la calidad de las imágenes que utilizamos son algunos de los consejos básicos para que los elementos gráficos que colocas en el escaparate no afecten negativamente a tu imagen de marca.

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Ante todo, cuida el detalle.

Poniendo un cuidado especial en todos estos elementos que reciben al cliente desde la fachada y el escaparate de tu comercio conseguirás mejorar tu imagen de marca, y por tanto, la percepción que el cliente potencial tiene de tu establecimiento comercial.

Así que ya lo sabes, no menosprecies la importancia que estos pequeños elementos tienen en tu imagen de marca, y apuesta por dar una imagen profesional de tu empresa en todos los sentidos.

Te propongo otros paseos:

De tiendas por Ferrol (I parte): La importancia del horario en el pequeño comercio.

De tiendas por Budapest: Lettering para el pequeño comercio.

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